Desarrrollada por el Departamento de Bibliotecas.
Gran interés de estudiantes por participar en la Escuela de Ayudantes
Con el propósito de potenciar las habilidades pedagógicas de las y los estudiantes que realizan ayudantías y, de ese modo, contribuir al desarrollo y mejoramiento de los procesos formativos, se llevó a cabo la primera versión de la Escuela de Ayudantes 2024.
Esta iniciativa, impulsada por el Departamento de Innovación Educativa (Inned), de la Vicerrectoría Académica, comenzó el 23 de septiembre y finalizó el 11 de octubre.
La jefa de Inned, Dra. Paloma Miranda Arredondo, explicó que “la Escuela de Ayudantes tiene como principal fundamento el mejoramiento de los procesos de aprendizaje del estudiantado. Uno de los lineamientos estratégicos de la Vicerrectoría Académica es brindar mecanismos de apoyo académico diversos y diferenciados. En este contexto, la formación pedagógica de las y los ayudantes de docencia es de sustantiva importancia, en tanto apoyan de un modo tutorial a sus compañeros”.
En tanto, Brenda Aguilar, encargada del Área de Desarrollo de Innovación Docente de Inned, resaltó que “es la primera vez que la Escuela se extendió a todo el estudiantado Usach. Dado el alto número de postulantes vamos a realizar otras dos versiones en noviembre, para que todas y todos tengan la oportunidad de participar”.
Precisa que el foco del programa estuvo en la retroalimentación, fundamental en la labor de los ayudantes. La modalidad fue semipresencial. Una parte online, de 4 horas de trabajo autónomo, y otra de taller, de 12 horas.
Cooperación
Para Constanza Saavedra, estudiante de Pedagogía en Historia y Ciencias Sociales y relatora del curso Formación Pedagógica para Ayudantes, “las y los ayudantes tenemos un rol fundamental, porque colaboramos a que el docente pueda hacer su labor un poco más efectiva y además somos el nexo entre el estudiantado y el docente. Se da una relación de cooperación entre docentes, ayudantes y estudiantes”.
Los participantes de esta iniciativa valoraron tanto la oportunidad de compartir con otros estudiantes ayudantes, como las herramientas y conocimientos que entrega la Escuela.
Beatriz Fontecilla, estudiante de Psicología, resaltó que al interactuar con estudiantes ayudantes de otras carreras “podemos construir conocimiento en conjunto, discutir las prácticas pedagógicas que se utilizan e incorporar otras nuevas”.
Agregó que el rol del estudiante ayudante es fundamental en los procesos formativos porque “generamos un canal de comunicación mucho más directo entre el docente y el estudiantado. Además, el haber tenido la experiencia de ser estudiante recientemente nos permite identificar más fácilmente las dificultades y desafíos que tienen las y los ayudados”.
Por último, opinó que el ser estudiante ayudante contribuye a la formación profesional de una persona. “En mi caso, ha sido otra instancia formativa que complementa lo que estoy aprendiendo en mi carrera”, destaca.
Por su parte, Martín Benavides, estudiante de Derecho, señaló que trabajar con otros estudiantes “me ha permitido complementar la planificación de mis ayudantías”.
Destaca que la Escuela le proporcionó herramientas “para hacer una mejor retroalimentación, lo que contribuye a que las y los estudiantes tengan un adecuado entendimiento de las materias”.
Contenidos
El programa contempló cuatro unidades. En la unidad I, estrategias de retroalimentación efectiva a partir de situaciones de enseñanza aprendizaje entregadas por el o la docente.
En la unidad II, diversas estrategias de retroalimentación efectiva.
En las unidades III y IV se buscó que los participantes identificaran las redes de apoyo que brinda la universidad al estudiantado e integren las estrategias de retroalimentación en situaciones de enseñanza aprendizaje.